Matrimonio Igualitario en Chihuahua, avances y contradicciones sociales: Una reflexión que gira hacia la igualdad social de las personas LGBT.



DEJANDO HUELLA. 
Matrimonio igualitario en Chihuahua, avances y contradicciones sociales: una reflexión que gira hacia la igualdad social de las personas LGBT. 

POR: Lic. Hiram González Cruz. 
Consejero CHEROS AC. 
Chihuahua, Chihuahua.  
Febrero 2017.   


A cinco años de haber colocado en la escena política de Chihuahua junto con otros activistas el derecho a contraer matrimonio civil sin importar la orientación sexual de los o las contrayentes, me percato de que las palabras que más han marcado mi vida han sido las pronunciadas por la Juez del registro civil una tarde de Noviembre del 2013.  
“Con todos los derechos que la ley les otorga, pero también con todas las obligaciones que la misma establece para los casados y por la autoridad que el Estado de Chihuahua me confiere, los declaró unidos en legítimo matrimonio” 

De esta manera se había concretado el primer matrimonio igualitario entre dos personas del mismo sexo. Dos hombres que después de una larga y ardua lucha legal pudieron ejercer sus derechos, un evento único en la historia de la conservadora Chihuahua. 
Los medios locales y nacionales impresos y digitales inmediatamente cubrieron la nota con encabezados tales como “Celebran la primera boda gay en la historia de Chihuahua”, “En Chihuahua contrae nupcias la primer pareja gay”, “Chihuahua tiene primer matrimonio gay”, etc., etc.  
No tardaron en alzar sus voces los personajes e instituciones que se han opuesto históricamente a negar la ciudadanía de la comunidad LGBT. No vale la pena siquiera mencionarlos ni hacer caso de sus discursos homofóbicos, carentes de legalidad y razón. Quedó claro que la LGBT les había propinado un golpe contundente y les había dolido. 
Pero, ¿qué les dolió? O acaso, ¿Duele reconocer? 
Se resisten a reconocer que el artículo 1º constitucional establece que tanto la titularidad de los derechos fundamentales como los mecanismos de garantía de éstos corresponden a todas las personas sin distinción alguna y que el párrafo quinto del mismo artículo contempla el derecho fundamental a no ser discriminado.  
Les duele saber que las personas LGBT no sólo tienen el derecho a ser tratados en pie de igualdad en relación con las personas heterosexuales, sino que también, tienen derecho a no ser discriminados en la medida en que conforman una familia homoparental. 
Arden en ira al saber que ya no podrán ejercer control mediante su ley,  el Código Civil para el Estado de Chihuahua, en su artículo 134 ya que la justicia federal ha denunciado que contraviene los derechos fundamentales a la igualdad y no discriminación de las personas lgbt y que la protección jurídica para sus relaciones y tipos de familia son su derecho legítimo.  




Podríamos usar una alegoría y decir que ante este reconocimiento y esta lucha, “no saben dónde esconder la cabeza por vergüenza”, ya que sus títeres en el congreso local han quedado evidenciados no sólo como descuidados, sino, como portadores del legado de severos prejuicios que han existido tradicionalmente en contra de las personas por su orientación sexual, y como consecuencia directa de la prolongada discriminación que ha existido hacia las parejas homosexuales por la única razón de su preferencia sexual se ha traducido en la ausencia de los beneficios que el derecho asigna a la institución matrimonial en sus relaciones.  

Podrán organizar marcha tras marcha para tratar de revertir los avances, sin embargo, es legítima la exigencia de que se permita a las parejas del mismo sexo el acceso al matrimonio, ya que es la única figura que otorga reconocimiento a la familia que se contempla en la legislación del Estado de Chihuahua… Nuestras uniones civiles seguirán siendo denominadas como matrimonio porque son un matrimonio. No importa cuanta argumentación en contra acumulen,  cuanta información seudocientífica puedan presentar en contra,  el matrimonio entre personas del mismo sexo no es una amenaza y oposición a la conservación de la familia, pues la trasformación y secularización del matrimonio y de la sociedad ha resultado en una gran diversidad de formas de construir una familia que no surge necesariamente del matrimonio entre hombre y mujer.  
Es tiempo de aceptar que la finalidad reproductiva aludida se ha desvinculado de dicha figura (matrimonio) y, en cambio, ha encontrado sustento, principalmente, en los lazos afectivos, sexuales y de identidad, de solidaridad y de compromiso mutuo de quienes desean tener una vida en común. Las preferencias sexuales no constituyen una razón válida que justifique un tratamiento diferenciado. 
Haciendo una pausa al listado de paradigmas discriminatorios que están siendo derrumbados en Chihuahua, quiero mencionar que desde los primeros amparos en Oaxaca en 2012, cinco años después ya hemos construido un sin número de precedentes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación con más de 100 amparos tramitados en todo el país de los cuales 40 de ellos han sido aportación de Chihuahua. Actualmente, Chihuahua se erige como el estado modelo en incidencia política y  avance legislativo sin alianzas con gobiernos y sin contemplar la “voluntad política” para avanzar, algo que es generalizado en México, "ni a los congresos ni a los gobernadores les interesa avanzar en este tema por ello nunca fueron contemplados. Nuestra lucha ha sido legítima, representativa y cien por ciento ciudadana. 




Quiero culminar mi breve reflexión trayendo a la memoria el evento con el cual inicie este escrito, Ciertamente dos personas del mismo sexo contrajeron por primera vez matrimonio esa tarde de noviembre, pero no nos dejemos llevar por los encabezados de los medios de comunicación que se originaron a causa de este evento. 
No se trató de una “boda gay” ni de un “matrimonio gay” tuvo que ver con algo más trascendente, ese día dimos el primer paso firme y certero hacia la construcción de una 
sociedad inclusiva. El tema a discutir no fue si dos hombres o dos mujeres pudieran casarse, el tema de fondo es si todos somos o no iguales ante la ley. No es un tema sólo de orientación sexual, es un tema de igualdad, no es un tema de valores y opiniones, es un tema de respeto por los derechos humanos. De esta manera, el matrimonio igualitario no es asunto de personas gay o lesbianas, en benéfico para toda la ciudadanía chihuahuense. 

Lic. Hiram González Cruz.
Consejero CHEROS AC.
 Chihuahua, Chihuahua. 
 Febrero 2017.

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