Una reflexión acerca de la alfabetización y la educación intercultural


Una reflexión acerca de la alfabetización y la educación intercultural.

Por: Sara Lucía Salvador Reyes
P. Antropología Lingüística.
Egresada de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM). 



Fotografía: Aula escolar en una comunidad Serrana de Chihuahua. 
Autor: Sara Lucía Salvador R.

Introducción.

Anteriormente durante la interacción con los miembros de comunidades de la Sierra Tarahumara en las temporadas de campo realizadas en el periodo 2016-2017, fueron expuestas distintas problemáticas que viven los miembros de la comunidad serrana, entre estas, la educación monolingüe, efectuada principalmente en español y pocas veces en la lengua que los habitantes de la comunidad dominan, delimitando su uso a los primeros años de la educación primaria de los infantes de las comunidades.


Alfabetización en la lengua materna como una estrategia de preservación lingüística.

México es un país donde conviven diferentes grupos étnicos, con lenguas y costumbres distintas. En la mayoría de los casos en estos grupos los infantes ingresan a la educación básica manteniendo un monolingüismo, que en algunos casos corresponde a una lengua indígena. Ahora bien, ya que el español es la lengua dominante en el país es común que se genere un desplazamiento y desuso de la lengua materna de los infantes (Hornberger, 1995). Es precisamente, la barrera lingüística entre los profesores y los alumnos de las comunidades uno de los retos más fuertes a superar dentro del ámbito educativo, ya que no todos los educadores o profesores hablan las lenguas de las regiones donde radican, y gran parte de los que hablan la lengua lo hacen en otra variante dialectal. La consecuencia de esta barrera lingüística es el bajo índice de miembros de las comunidades que pueden escribir o leer, ya sea en su lengua materna o en español. Incluso si los niños logran terminar el nivel básico – primaria – , no significa que se tenga un desarrollo con respecto a la lecto-escritura, ya que en la mayoría de los casos los niños cuentan con la acreditación sólo por su edad y no por las habilidades desarrolladas en el aula. Como consecuencia, pocos miembros de las comunidades tienen la oportunidad de desplegar sus estudios después del nivel básico, esta situación es presente también en la ciudad donde la acreditación del nivel básico, no garantiza un desarrollo de la lecto-escritura.

Si bien, la Unesco propone tres tipos específicos de alfabetización que se encargan de delimitar grados de comprensión lectora y suficiencia, muy pocas veces se logra un desarrollo satisfactorio del primer tipo de alfabetización. En general los tres tipos de alfabetización se dividen en: Primero una “…alfabetización básica, [que comprende] la habilidad de leer y escribir en la lengua de uno mismo y realizar aritmética simple” (Gerbault, 1997, pág 143). Segundo una “…alfabetización funcional, la cual significa más que lectura y escritura básica, el contribuir a incrementar la participación en actividades cívicas de productividad; alfabetización como un ideal que lleva a una comunicación más efectiva en general” (Gerbault, 1997, pág 143). Por último, la “…post-alfabetización, la cual tiene como objetivo la retención, continuación y aplicación de las habilidades de alfabetización” (Gerbault, 1997, pág 143).

Estas etapas de alfabetización son posibles siempre y cuando se parta de la premisa de que “...una persona sólo puede aprender a leer en una lengua que entienda” (Gerbault, 1997, pág 149). Ya que para el desarrollo de cualquier aprendizaje es necesario partir de lo conocido – que en este caso corresponde a la lengua hablada – a lo desconocido – es decir su presentación escrita – . La enseñanza de alfabetismo debe ser en una lengua que el infante domine, además de involucrar entre las estrategias didácticas para el infante material que se involucre con su contexto cultural. De ser funcional, las estrategias de alfabetización no solamente crean individuos capaces de comunicarse en un sistema de escritura, sino que a su vez ayudarían para la preservación y difusión de las lenguas en el país, ya que la lectura y escritura son una estrategia – que involucra los derechos lingüísticos en las culturas – de fortalecimiento lingüístico al estar en contacto con lenguas dominantes (Hornberger, 1995).

Para que se ejerza una educación intercultural es necesario maestros que se familiaricen con las problemáticas de las comunidades, una contextualización de sus contumbres y un interés genuino por los infantes de la comunidad, esto claro está, involucra un entendimiento mínimo de la lengua que dominan los infantes.

El derecho a utilizar las lenguas en las actividades de cada comunidad involucra más que el simple uso de la lengua en distintos contextos, para que una lengua no domine sobre otra es necesario un fortalecimiento de los recursos culturales (Hornberger, 1995). Debido a la situación anterior, cada vez se hace más evidente la necesidad de una estrategia para desarrollar de una alfabetización y un sistema académico intercultural, funcional e inclusivo.


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Obras consultadas 

Hornberger, N. H. (1995). Escrituralidad, preservación de la lengua y derechos humanos lingüísticos: tres casos ilustrativos. GSE Publications, 118.

Gerbault, J. (1997). Pedagogical aspects of vernacular literacy. Vernacular literacy: A reevaluation, 142-185. 

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